RELACIÓN MEDICO PACIENTE
Relación interpersonal de tipo profesional que sirve de base a la gestión de salud. Se trata de una relación donde se presta un servicio de alta significación, por ser la salud uno de las más preciadas aspiraciones del ser humano, y a diferencia de las relaciones interpersonales condicionales, la situación profesional más frecuente es la entrega total, sin aspirar a reciprocidad alguna en los aspectos señalados.
Es la capacidad, habilidad y arte del médico para la interacción y establecer el diálogo con su paciente, para obtener la información y la exploración física, el consentimiento del que depende en gran parte el éxito terapéutico.
Características
- Se basa en una multitud de diversos componentes de carácter económico, profesional, jurídico, psicológico, moral, ético y estético.
- Es la parte integral principal de la ética médica en general y de la deontología en particular.
- Se diferencia de la relación de otros profesionales ya que en la relación médico paciente es un ser humano que solicita ayuda para que “lo repararen” a él mismo. En otras profesiones un ser humano busca ayuda para resolver el problema de un objeto.
- Está sujeta a varios factores como: el ambiente donde se realiza la entrevista, el grado de participación del paciente, la edad del paciente, formación profesional del médico entre otros.
- Es asimétrica, pues en el objetivo de la relación no existe un intercambio reciproco total entre los participantes, sino que está conformada por una persona que necesita ayuda (paciente) y una persona que provee la ayuda (medico).
Aspectos considerados para una buena relación medico paciente
En la relación medico paciente se debe obtener información certera para establecer el diagnostico, esto solo se logra si hay una buena relación entre los participantes, para esto se toman una serie de aspectos que influyen en la calidad de la relación.
Empatía
El médico debe verse en el otro, como si fuera él quien buscara ayuda, pues el humanitarismo es inherente a su profesión. La empatía ayuda al médico a imaginar, lo que el paciente está sintiendo, para sentir, comprender, entender y tolerar mejor todo aquello que nos es común a todos los seres humanos: el dolor, el sufrimiento, por lo tanto debe haber una relación digna y respetuosa basada en la aceptación del enfermo, más allá de aquello que él puede “hacer”, el paciente debe ser valorado por lo que es, una persona, un ser humano y el médico debe ser justo sin ser juez, su objetivo es curar, sanar y prevenir las enfermedades sin juzgar las actitudes del enfermo.
Comunicación
Para el medico comunicarse con el paciente debería ser tan importante como saber de medicina, el lenguaje científico-técnico que dominan la mayoría de los médicos constituye en la relación médico-paciente un problema comunicativo. El emisor ha de procurar adecuarse a las condiciones de cada acto comunicativo en concreto. La lingüística es esencial en la relación médico paciente. Para garantizar una correcta descodificación por parte del paciente es necesario que el medico proporcione:
- Mensajes didácticos y comprensibles; claros, concisos y sencillos.
- Conversación semiestructurada y con objetivos precisos.
Confianza
La confianza es una parte importante de la relación médico-paciente y se ha demostrado que aumenta la satisfacción de los pacientes, adherencia al tratamiento y continuidad de la atención. Los pacientes quieren ser capaces de confiar en la competencia y eficiencia de sus cuidadores, quieren el alivio del dolor y el malestar y se preocupan de las discapacidades asociadas quieren entendimiento de su enfermedad, si tratamiento afectará a sus vidas y el médico le está diciendo todo lo que sabe. A través de la confianza en la relación médico paciente se obtiene:
- Aceptación de la recomendación del médico y reducir preocupaciones.
- Reducción de la probabilidad de que se realice medicina defensiva.
- “Confianza a ciegas” puede disuadir al paciente de hacer preguntas.
Conductas del medico y el paciente
Las conductas del médico y el paciente influyen un diverso número de factores, entre los dependientes del paciente encontramos: nivel socio-cultural, actitud, carácter, personalidad, creencias, expectativas y situación biográfica personal; respecto a los factores dependientes del medico tenemos: personalidad rígida o dialogante, grado de formación y especialización.; en cuanto los factores dependientes del entorno o ambiente hallamos la situación familiar del paciente, la burocracia administrativa y la presión asistencial. Todos estos factores pueden determinar una conducta especifica en los participantes de la relación médico paciente, sin embargo, la conducta general o normal se resume en:
Conducta del paciente
- Busca ayuda para mejorar su salud
- Temor o ansiedad
Conducta Médica
- Saludo afable y respetuoso
- Trato amable
- Atención
- Ajuste de la comunicación del médico al nivel del paciente
Modelo de relación medico paciente
En la relación médico paciente existen distintos factores que afectan dicha relación. Algunos autores, atendiendo a los diferentes factores que intervienen en la relación, han analizado las distintas formas que puede adoptar la relación médico-enfermo. Entre ellas destacan los modelos, ya clásicos, de Szasz y Hollender, Von Gebsattell, y Tatossian. Dichos autores analizan las diferentes actitudes e interacciones entre médico y paciente según el tipo de enfermedad de que se trate aguda o crónica, la mayor o menor capacidad de participación y colaboración del enfermo, el momento del acto médico en que se esté anamnésico, diagnóstico, terapéutico, etc. Aunque como construcción teórica, y por lo tanto artificial, cada modelo enfatiza un factor como determinante de la dinámica de la relación, en la práctica constituyen diferentes puntos de vista de la misma realidad, que se complementan y pueden ayudar a entender mejor las distintas etapas de este encuentro.
Modelos según el grado de participación
Según los autores Szasz y Hollender se describen 3 modelos según el grado de en la relación médico paciente.
- Modelo 1 o de "actividad del médico y pasividad del enfermo": es el tipo de relación que se produce en situaciones en que el paciente es incapaz de valerse por sí mismo: situaciones de urgencia médica o quirúrgica, pacientes con pérdida o alteración de conciencia, estados de agitación o delirio agudo, etc. En estos casos, el médico asume el protagonismo y toda la responsabilidad del tratamiento. El prototipo de este modelo de relación sería el que se establece entre una madre y su recién nacido: relación madre-lactante.
- Modelo 2 o de "dirección del médico y cooperación del enfermo": es la relación que tiende a darse en las enfermedades agudas, infecciosas, traumáticas, etc., en las que el paciente es capaz de cooperar y contribuir en el propio tratamiento. El médico dirige, como experto, la intervención adopta una actitud directiva, y el paciente colabora contestando a sus preguntas, dando su opinión, y realizando lo que se le pide. El prototipo de relación del modelo 2 sería el que se establece entre un progenitor y su hijo no adulto: relación padre-niño.
- Modelo 3 o de "participación mutua y recíproca del médico y del paciente": es la forma de relación más adecuada en las enfermedades crónicas, en las rehabilitaciones postoperatorias o postraumáticas, en las readaptaciones físicas o psíquicas, y en general en todas las situaciones, muy frecuentes en el mundo médico actual, en que el paciente puede asumir una participación activa, e incluso la iniciativa, en el tratamiento: Así en pacientes diabéticos, enfermedades cardiacas, enfermedades relacionadas con la vejez, etc., el médico valora las necesidades, instruye y supervisa al paciente, que, a su vez, lleva a cabo el tratamiento por sí mismo, según lo programado, y con la posibilidad de sugerir otras alternativas o decidir la necesidad y prioridad de una nueva consulta. El prototipo de relación que establecen es el de una cooperación entre personas adultas: relación adulto-adulto.
Como parece lógico, no es que haya un modelo de relación mejor que otro, pero sí uno más adecuado para un determinado padecimiento o una situación clínica dada. Frecuentemente médico y paciente tendrán que modificar su actitud a lo largo de una misma enfermedad y adoptar uno u otro tipo de relación de acuerdo con lo que permitan o requieran las circunstancias.
Debe existir un modelo donde el nivel de participación sea mutuo y se plante respeto, ni el medico debe tener la potestad de decidir completamente sobre el cuerpo del paciente, ni el paciente puede decidir solo un diagnostico o tratamiento clínico sin un debido asesoramiento u orientación médica. Esta relación se debe dar siempre velando por el beneficioso del paciente donde el medico permite debe ser una relación mutua y activa donde el medico pone la práctica y el conocimiento clínico y el paciente se basa en sus aspiraciones, motivaciones y deseos.
Modelo según el grado de personalización
Von Gebsattell describe las fases por las que pasa la relación médico-enfermo según el distinto grado de relación interpersonal que adquiere la misma durante el acto médico. Así en una primera fase de llamada, el paciente acude al médico solicitando remedio para sus dolencias y el médico responde acudiendo a satisfacer las necesidades del enfermo. La relación entre un hombre experto y un hombre que sufre es todavía, desde el punto de vista interpersonal, anónima. En una segunda fase de objetivación, el interés del médico se centra en el examen "científico" del proceso patológico, por lo que las relaciones personales pasan a un segundo plano, relacionándose con el paciente más como "un objeto de estudio" que como una persona.
Finalmente, en la fase denominada de personalización, realizado ya el diagnóstico y establecido el plan terapéutico, es cuando el médico se relaciona, por fin, no sólo con un hombre que sufre o un "caso", sino con una persona enferma determinada, que es ya "su" enfermo.
Manejo del paciente
Es importante contar con directrices comunes, tanto para el diagnostico como para el tratamiento que estén basados en el mejor conocimiento científico disponible, debido a que todos los pacientes son diferentes y no todos tienen el mismo padecimiento, no se puede emplear el mismo manejo con todos, el manejo del paciente va a depender de su enfermedad, edad, y el estado de sus signos, estas reglas fueron establecidas por un método empírico y siempre en pro de los beneficios del paciente.
Diversas conductas del paciente
- Pasivo dependiente: gran frecuentador, ingenuo en cuanto a su actitud, seductores y aduladores y su autopercepción de necesitar ayuda sin límites. Ve al médico como un ser inagotable.
- Exigente agresivo: grandes demandantes que por lo general. La culpabilización, la devaluación profesional, esgrimen sus derechos, su actitud representa un modo de defensa frente a un mundo hostil.
- Masoquista: no es ingenuo, ni seductor, tampoco especialmente agradecido, ni hostil. Rechazan la ayuda bajo la fórmula de “no hay nada que hacer “pero sin embargo consulta al médico por el mismo motivo en repetidas ocasiones, siempre tiene una justificación para no cumplir con el tratamiento
- Somatizador: pacientes que representan repetidas veces síntomas variados, en cuanto a intensidad y cualidades que característicamente se resisten a cualquier explicación biomédica
- Incumplidor negador: existen 3 categorías...
- Aquellos que incumplen por falta de autosuceptibilidad o de información sobre su problema
- Aquellos a pesar de sentirse susceptible y estar bien informados, no desean seguir las prescripciones médicas simplemente porque se sienten seres autónomos y creen poseer valores personales suficientes para resolver sus problemas por sí mismos.
- Aquellos a los que su sufrimiento se asocia a un carácter claramente autodestructivo.
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